Multitasking
Luis Manuel Estalayo Martín. Psicólogo Clínico.
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Todos los días nos llegan por distintos medios cientos de estímulos e informaciones que pueden generar cierta fatiga neuronal y obliga a mantener una atención multitasking. Atención dispersa que no supone ningún progreso evolutivo, como alguien pudiera pensar, porque tal y como expone Byung-Chul Han (en La sociedad del cansancio, 2012) este tipo de atención es común en animales salvajes. Para ellos es una necesidad estar alerta de manera amplia aunque necesariamente superficial. Es vital para poder atacar o huir en el momento preciso.
Ya Nietzsche alertaba sobre esto al señalar en Humano, demasiado humano que «por falta de sosiego, nuestra civilización desemboca en una nueva barbarie».
¿Estaremos perdiendo la posibilidad de una atención más plena y sosegada? ¿Ese tipo de atención que se requiere para el aprendizaje o para disfrutar realmente de cualquier actividad? ¿Será que la sociedad humana se va aproximando al salvajismo?
Es en esa red inmensa de fotografías, textos e informaciones; es en este escenario de aparente supercomunicación, donde se genera un tipo de violencia neuronal que genera agotamiento, asfixia ante tanta abundancia. Y es en ese contexto donde generamos proyectos motivados también por una presión a la superproducción y el superrendimiento que describe Byung. Como si siempre hubiera que estar produciendo, rindiendo cuentas, explotándonos a nosotros mismos de manera voluntaria, sin necesidad de presión externa. Y con el riesgo permanente de sentirse fracasado y deprimido si no se tiene ese nivel de producción.
Frente a esto es necesario pensar que los progresos humanos requieren siempre de una atención profunda y reflexiva. Una atención que nos puede regalar también la libertad del no-hacer.
Una atención reflexiva, tranquila y plena para evitar el colapso del alma.
Y cómo se percibe esta falta de sosiego en el trabajo de la educación artística en la infancia. Cada día se hace más difícil el crear este espacio de serenidad necesario para el ritual artístico. Gracias por esta reflexión.